domingo, 20 de septiembre de 2009

El último viaje

Migraremos a Saturno, surcáremos las estrellas, volaremos lejos y seremos libres. Todo el poder del mundo está aquí, en nuestras manos, y cuando lo usemos, sentiremos las maravillas de la vida.

Estas fueron las últimas palabras que Marcos dijo antes de morir de sobredosis. En su vida fue todo esclavitud. Era esclavo de sus miedos, de sus fracasos, y de la sucia jeringuilla que le hacía ver todo de forma distinta, y que hizo que nunca más volviera a ver nada.



Diego Escudero

4 comentarios:

Reithor dijo...

Pobre tocayo... es lo que tiene ese mundo. Y las historias que tocan la realidad son, en su mayoría, tristes.

Un abrazo

Emma Grandes dijo...

Qué dura y qué real tu historia... Me he dado un paseo por tus blogs y ¡me han encantado! Un gran descubrimiento XD

Un abrazo

Rebeca Gonzalo dijo...

¡Qué triste es el mundo de la droga, arrebata todo incluso los sueños! Un abrazo.

Isabel dijo...

Interesante