domingo, 28 de junio de 2009

Injusticia

La cama está vacía, sin ella todo lo está.

Aún recuerdo todos los momentos que pasamos juntos. Recuerdo sus besos, sus caricias, su sonrisa... Desgraciadamente, todo eso acabó.

Un imbécil con un coche tuning, la apartó de mi lado. El muy cabrón, conducía deprisa y hasta el culo de pastillas. En un semáforo, perdió el control del coche, y la atropelló acabando con su vida.

Varios días después, se celebró el juicio. Al conductor, únicamente le condenaron a pagar una multa. Su padre haba sobornado al juez, pero yo soy insobornable, y mi corazón pide justicia.

Esta es la noche de mi venganza. Esta es la noche de su muerte.

Diego Escudero

5 comentarios:

Ángelicaladas dijo...

Una historia completa condensada en un párrafo. Me gustó y la primera frase pasa por explicación del resto del texto.
Saludos.

Rebeca Gonzalo dijo...

Una historia de amor y entrega más allá de la muerte, reducida a tan pocas palabras... ¡Maravilloso!

Anónimo dijo...

Objetivamente me parece típico lo del tunin y las pastillas, igual habiendo puesto el mismo caso pero con un ejecutivo ó padre de familia harto de su vida, en estos tiempos sería más impactante (creo eh). Dejando a un lado eso, está bien llevado.

Un saludete!

Suseya ediciones dijo...

Fiel a tu estilo crudo y directo, pero nos llevas a donde quieres, me gusta.

Un saludo de El Bardo que te echa de menos.

Isabel dijo...

Que violento, aunque ya que estamos, podías haber contado como se le carga, igual podría haberle atropellado o haberle dado un tiro "accidental"...