lunes, 27 de julio de 2009

En busca del fuego

El sol se apagó, y nadie estaba preparado para la oscuridad. Los duendes necesitaban volver a encenderlo pronto. Su mundo, estaba muriendo. Para realizar tan importante misión, escogieron a Bliskin, un duende joven y valiente. Si quería encender el sol de nuevo, Bliskin tendría que viajar al mundo de los hombres con una antorcha mágica, y buscar algo con lo que encenderla.

El primer sitio en el que trató de encender la antorcha, fue un bufete de abogados. Allí, un grupo de hombres trajeados, trabajaba con un único objetivo, conseguir dinero. No les importaba que su cliente fuese un cruel asesino, para ellos, lo único importantes era ganar juicios, y conseguir grandes beneficios al hacerlo.

Al no conseguir fuego para la antorcha en el bufete, Bliskin buscó en un taller. En el taller, un joven con aspecto de estar cansado, trabajaba en un motor, mientras que un hombre gordo gritaba metiéndole prisa. Allí, tampoco pudo encenderla.

Tras mucho buscar, encontró una pequeña escuela, En la escuela, una anciana maestra, se dirigía a sus alumnos emocionada. Les estaba contando un cuento. Un cuento lleno de magia, fantasía, duendes, dragones, unicornios... Un cuento, que encendió la antorcha con la que Bliskin devolvió la luz del sol a su mundo.



Diego Escudero

lunes, 20 de julio de 2009

Más allá

Cada vez huye más de los vivos, cada vez habla más con los muertos. Cansada de la humanidad ha encontrado lo que buscaba en el más allá. Camina por senderos misteriosos y prohibidos, senderos que solo pueden ser recorridos por un alma pura, senderos que lejos de llevar a la oscuridad, llevan a la luz y la libertad.

La mayoría de los vivos no comprende nada. Demasiado preocupados por conseguir poder y dinero, han olvidado que hay algo más después de morir. Su codicia les corrompe el alma, y la muerte para ellos en lugar de ser una parte más de la existencia, tan solo será su fin.

Su enfermedad es mortal, no sabe durante cuanto tiempo seguirá con vida. Otros enfermos de cáncer temen a la muerte, pero ella no. Conoce a los muertos y sus secretos, conoce la verdad, y cuando su cuerpo muera, su alma será libre.


Diego Escudero

domingo, 5 de julio de 2009

Un disparo en la noche

Es malo levantarse con el pie izquierdo, pero peor embadurnado de sangre.
El disparo le despertó. El dolor que sentía en su pierna era insoportable. Un bala le había atravesado.
Miró a su alrededor pero no vio a nadie. En la habitación sólo estaba el. Invadido por el pánico, trató de llegar al teléfono lo más rápido que pudo, pero antes de llegar a salir de la habitación, calló al suelo. El dolor de la pierna era demasiado fuerte para caminar, y la hemorragia lo había dejado sin fuerzas.
Desde el suelo vio que había un arma junto a la cama. Era su propio revolver, el mismo con el que dormía, y al que había olvidado poner el seguro.


Diego Escudero